No siga el ritmo de los vecinos

Casi todo el mundo está familiarizado con el dicho “Seguirle el ritmo de los vecinos”. Es un estilo de vida de competencia y comparación. Un deseo de tener lo mismo o mejor que lo que “todo el mundo” tiene. No hace mucho tiempo el tener suficiente era más sencillo.

Una casa modesta y un automóvil fiable eran los objetivos. Los hijos jugaban con los niños del vecindario en el patio y montaban sus bicicletas. Los teléfonos celulares y las computadoras no solo no eran considerados como artículos de primera necesidad, sino que ni siquiera eran considerados como dispositivos caseros.

Ahora, viviendo en la era de la tecnología estamos conectados unos con otros y trabajando 24 horas al día, 7 días a la semana, y la velocidad con la cual la tecnología está evolucionando está creando una “necesidad” por comprar para mantenernos actualizados. La vida se ha convertido repentinamente en algo ya no tan sencillo.

El estar conectado a través de la tecnología sin duda tiene sus ventajas. Las herramientas de hoy pueden crear oportunidades de aprendizaje que las generaciones anteriores sólo podían imaginar. Las computadoras y los teléfonos inteligentes nos dan la oportunidad de obtener la misma cantidad de trabajo realizado en una fracción del tiempo que solía tomar en antaño. La verdadera pregunta es, ¿Para qué estamos ahorrando tiempo? Los estudios demuestran que simplemente estamos ahorrando tiempo para trabajar más.

De acuerdo a un informe de Gallup titulado “La semana de trabajo de 40 horas es en realidad más extensa—por siete horas”, lanzado en el año 2014.” Los adultos que trabajan tiempo completo en los Estados Unidos trabajan un promedio de 47 horas por semana, casi un día completo de trabajo más de lo que implica un horario estándar de cinco días, con un horario de 9 a 5. De hecho, la mitad de todos los trabajadores de tiempo completo indican que suelen trabajar más de 40 horas, y casi cuatro de cada 10 dicen que trabajan al menos 50 horas.

Con todas las ventajas de nuestro mundo experto en tecnología, una cosa que las personas no saben es que esas ventajas pueden ser un arma de doble filo. Estar conectado eleva la expectativa entre nuestros empleadores (y hasta cierto punto nuestra familia y amigos) siempre que se esté disponible.Estamos llevando nuestro trabajo, nuestro estrés, los valores, la vida y las expectativas de otras personas a casa con nosotros. Esto nos hace sentir no muy cómodos, estresados, y con la ansiedad carco-miéndonos en silencio y sin un “tiempo de descanso” para reflexionar.Cuando a esto añade los medios de comunicación, la publicidad y aparentemente los vecinos “adinerados” a esta mezcla, es una receta para decisiones financieras desastrosas. No hay muchos de nosotros que no hayamos mirado a nuestros amigos o a nuestros vecinos, e incluso a un extraño con una gran casa decorada y cuidada de manera tan perfecta que pareciera sacada de una revista, vehículos nuevos y un reluciente remolque para acampar en la entrada, y pensamos ¿Cómo le hicieron? Tal vez usted ve a sus amigos salir regularmente de buenos restaurantes o clubes de moda, comprando ropa de diseñadores, aparentemente sin ninguna preocupación, haciéndole sentir un poco de envidia.

En casos como este, es importante tener en cuenta que incluso los vecinos no pueden escapar del otro extremo de la moneda. Es muy probable que los vecinos en realidad no sean dueños de su casa o sus vehículos, debido a que estos han sido financiados. Financiar su estilo de vida probablemente los ha convertido en pobres de activos circulantes y a un día de pago del desastre. Con préstamos y créditos, es fácil parecer como si usted tuviera más de lo que gana. Aquellos amigos con los que ha estado saliendo con regularidad; es probable que tengan tarjetas de crédito y con ello gran cantidad de estrés y deuda. Olvídese de mantener el ritmo de los vecinos, ellos están totalmente estresados, arruinados e infelices.

El problema con tratar de comprar la felicidad es que su café de cuatro dólares, su automóvil nuevo o su deslumbrante nueva adquisición sólo lo mantendrá feliz y apaciguado por un corto período de tiempo. A menudo, después de la euforia viene la ansiedad, la depresión y el estrés. Para tratar de solucionar ese sentimiento, no pasará mucho tiempo antes de que su ojo empiece a deambular en la siguiente compra. El hábito de consumo excesivo puede deslizarse fácilmente y silenciosamente en su vida y convertirse en un proceso habitual de consumo y de insatisfacción.

¡Sin duda, eso no es para mí! Podría usted estar diciendo. Yo no tengo las cosas más nuevas o una vida grandiosa,” y puede que tenga razón, pero muchas personas subestiman sus gastos. Ellos asumen que si ellos no están viviendo un estilo de vida como los ricos y famosos, posiblemente no podrán ser parte de la estadística de gasto innecesario. Es decir, después de todo, mire todas las cosas que el vecino tiene. La realidad es que la mayoría de los americanos sufren de alguna forma de consumismo innecesario, y esto a menudo crea una carencia de ahorros.

Según el “informe de la de la Reserva Federal sobre el bienestar económico de los hogares de Estados Unidos en el 2014, publicado en mayo de 2015, 37% de los encuestados que ganan entre $40,000 y $100,000 gastan la misma cantidad de sus ingresos, y el 18% informó de que su gastos supe-raron sus ingresos. Cuanto menos gana, peor se pone la estadística. 43% de los encuestados que ganaron menos de $40,000 al año gastan la misma cantidad de sus ingresos y el 27% informó que el gasto superó sus ingresos. ¡Eso no deja mucho margen para el ahorro!

De hecho, según el mismo informe de la Reserva Federal, el 25% de los encuestados que gano de $40,000 a $100,000 al año no tienen ahorros y el 53% de los encuestados que ganaron menos de $40,000 al año no tienen nada de aho-rros. ¡Ha leído bien, nada de ahorros!

Entonces, ¿Cómo están sus ahorros? ¿Tiene fondos de retiro y ahorros de emergencia suficientes? Si no es así, es probable que estén sucediendo algunos gastos innecesarios. La pregunta es, ¿Cómo detenernos? Bueno, primero tenemos que reconocer que “mantener el ritmo de los vecinos es un estado emocional.” Por lo general, es porque queremos mantener un estatus o reputación o llenar un espacio vacío emocional en nuestras vidas. Cuando tratamos de comprar felicidad no es más que una respuesta a un detonante emocional, por lo que es importante averiguar lo que nos lo provoca. ¿Qué nos provoca actualizar nuestro teléfono cuando no es necesario, o que queramos cambiar nuestro confiable (y ya pagado) automóvil por uno nuevo? Algunos factores detonantes más comunes son:

1. Luchas de autoestima 

A menudo, cuando nos sentimos cabiz-bajos nosotros mismos buscamos inmediatamente un estimulante. En la época del Instagram, Pinterest y Facebook, es fácil sentir que todo el mundo es una persona exitosa o de negocios, una súper mamá, una esposa perfecta o un miembro de la alta sociedad. Desde unos panqueques con figura de Mickey Mouse hasta un dormitorio o cara perfectamente decorados, nuestros críticos internos se vuelven locos.

Nos comparamos con los demás; nos preguntamos cómo podemos ser “más” o “mejores”. Creemos que deberíamos estar cambiando el mundo. Un grandioso pensamiento crítico como este puede conducir a una baja autoestima. Entonces buscamos satisfacción fuera de nosotros mismos y el ciclo de comprar cosas para sentirnos mejor comienza. Es importante recordar que lo que vemos en estas aplicaciones son meramente segundos o momentos de la vida de una persona.

No sólo eso, sino que probablemente los mejores segundos y momentos de vida de una persona. Estos momentos no son la suma de toda una vida que es perfecta en todo momento. En las redes sociales es fácil colocar su mejor imagen, y con demasiada frecuencia nosotros creamos una historia completa de vida alrededor de una imagen o estatus perfecto.

2. Relaciones conflictivas

Las relaciones poco saludables pueden causar estragos en su autoestima, su calidad de vida y su toma de decisiones. Ya sea en una relación romántica, fami-liar o amistosa, si está vacía o es insatisfactoria, se puede crear un agujero emocional el cual intentara llenar con cosas materiales. Terminar una relación que no está cumpliendo con lo mejor para usted o su vida es duro, pero si necesaria para usted para vivir la mejor vida (y tomar las mejores decisiones) posibles.

3. Trabajar demasiado

“¿Por qué el trabajar demasiado desen-cadena su necesidad de comprar cosas?” En primer lugar, cuando usted está cansado, sus habilidades de pensamien-to crítico y defensa del sentido común se van por la borda. Es más, probablemente usted compre de forma impulsiva cuando está sobre-trabajado y cansado. También, puede ser víctima de la actitud de “lo merezco”. “¡Trabajo tan duro; que merezco una nueva cuatrimotor!”

El problema es que, a pesar de que la gratificación instantánea se siente bien en un principio, no durará. Usted también tendrá que trabajar más duro para compensar el dinero por su compra. Usted vale más que una nueva mercancía brillante. Usted vale un futuro seguro y una jubilación saludable. Usted vale tranquilidad.

4. Pobreza

Si usted fue criado en la pobreza, las posibilidades son que usted sea un pro-veedor leal del ahorro y la austeridad, o le guste disfrutar de todas las cosas que usted nunca tuvo cuando era niño. Si usted es éste último, evite la ten-tación de “seguir el ritmo de los vecinos” porque hacerlo puede llevarlo de nuevo al ciclo de pobreza.

Usted nunca va a recuperar su infancia a través de consumir lujos en su edad adulta. Es mejor asegurar su nivel de vida viviendo dentro de sus medios. Si usted actualmente vive en la pobreza, usted está en una mejor posición para beneficiarse al recortar gastos innecesarios, pero puede ser difícil negarse a usted mismo los pequeños lujos de la vida, cuando se lucha para cubrir grandes cosas. Pedirle que elimine los aparentemente insignificantes gastos que le hacen “feliz” posiblemente se cumplan con cierta resistencia, pero recuerde que nada de lo que compre puede hacerlo verdaderamente feliz. La estabilidad financiera y la paz mental tienen muchas más probabilidades de lograrlo.

5. Televisión

Este detonante puede venir como una sorpresa para usted. Piense en que la televisión es una serie interminable de anuncios. Las agencias de publicidad tienen éxito en la creación de inseguridad o una falsa necesidad y en ofrecerle un producto que lo solucione. Ver esos jóvenes, hermosos, personas exitosas divertirse. Todo puede ser suyo si usted compra su producto.

Lógicamente entendemos que esto no es cierto, pero las semillas se siembran en nuestro subconsciente, y de repente estamos buscando algo para hacernos sentir mejor. Apáguelo. También, apagar la televisión le ofrece tiempo para dedicarse a las cosas que le pueden hacer verdaderamente feliz. Una vez usted este consciente de los factores detonantes, es más probable remediarlos o evitarlos. Una vez que ha despertado su conciencia, es el momento de planificar cosas que usted puede disfrutar que no requieren de dinero o compras. Es importante intercambiar ideas y hacer una lista de ello y hacer un plan para sumergirse de lleno en ellos. La real satisfacción y alegría nunca pueden provenir de una compra, se trata de las relaciones, la comunidad y desde dentro. Aquí están algunas ideas.

 

  • Pase tiempo con sus familiares y amigos. El tiempo es fugaz y precioso. El tiempo que pasa es tiempo de que usted no se puede regresar, y no hay nada mejor que usted puede hacer con él que pasar tiempo con sus seres queridos. 
  • Voluntariado. Cuando usted da de sí mismo a otra persona, se crea una sensación de plenitud y propósito. Mirar hacia atrás en su vida y decir que usted hizo la diferencia, vale más que todas las joyas.
  • Salir. Hay algo verdaderamente inmenso cuando se está en la naturaleza. No importa su edad o capacidad, usted puede disfrutar de ello. Desde abrir una ventana hasta el realizar excursionismo en una montaña, el aire fresco y la luz del sol aterrizaran su mente y aliviaran su alma.
  • Utilizar sus manos. Tejer, pintar, escribir o leer. Haga algo para crear belleza en el mundo o activar su mente. Algunos pasatiempos también se pueden vender para aumentar sus ingresos. Encuentre cosas para crear o hacer que cuesten poco o nada de dinero.
  • Preocuparse más por el servicio. 

 

En lugar de preocuparse por la condición o el prestigio, trabaje en impresionar a las personas con su amabilidad y generosidad. Involúcrese en su comunidad y amplié su círculo de amigos. Concéntrese hacia el exterior en lugar de hacia el interior.

A pesar de todas sus buenas intenciones, habrá momentos en que comprometerse a ahorrar dinero y el no participar en gastos innecesarios será incómodo. La mayor parte de nuestra vida social se centra alrededor del consumismo.

Atrás han quedado los días en que las tías y tíos se reunían para jugar a los naipes mientras que los primos jugaban. Hoy en día se va a tomar un café al restaurante o el club. A veces parece como si incluso los encuentros más informales costarán algo. Éstos son algunos sentimientos que puede esperar cuando deja de gastar dinero.

Molestia. Nunca es fácil admitir, y mucho menos a sus amigos, que usted no tiene dinero para salir. Por suerte, no hay necesidad de ser tan sincero. En lugar de decir que “no nos lo podemos permitir” hablemos desde un ángulo positivo y digamos: “Estamos ahorrando para una casa y hemos decidido recortar gastos frívolos.”

Si tiene un amigo persistente que no va a aceptar un no por respuesta, usted puede simplemente decir que tiene un compromiso previo y proceder a jugar al bingo con la familia. Recuerde, simplemente diciendo lo siento, no puedo.” Es una respuesta completa, que no debe a nadie una explicación.” Sentirse deprimido. Decirles a sus amigos que “no va” no será el único obstáculo que enfrente, porque puede que en realidad quiera salir. Tal vez quería ver la última superproducción o ir al nuevo restaurante de moda.

Usted podrá descubrir que surgen sentimientos de mal humor o que está resentido o celoso. Trate de encontrar algo para romper con la monotonía de su día. Tome un baño de burbujas, lea un buen libro o visite a sus seres queridos. Usted encontrará que pasarán esos sentimientos, y se sentirá orgulloso por resistirse a la tentación.

Miedo al rechazo. Cuando regularmente rechaza las salidas con sus amigos, es fácil preocuparse por ser olvidado o abandonado. Es posible que usted se preocupe de que se le invite menos o de plano ya no, y estos son miedos reales. Afortunadamente, usted no tiene que decir que no a todo. 

 

Cuando usted lleva un presupuesto, asegúrese de que se permitan las salidas regulares, pero poco frecuentes. Un buen punto de partida es de una vez al mes. También puede alojar un evento en su casa que cueste poco, tales como una cena compartida y juegos. Visitar a la familia y amigos no se trata de la ubicación donde lo haga, sino de disfrutar de la presencia de cada uno de ellos.

Así que ahora que usted está consciente de los factores detonantes, tenga algunas actividades alternativas previstas para enriquecer su mente y aumentar su billetera, y esté preparado para algunas de las posibles trampas emocionales, ¿Qué sigue?

Haga un presupuesto recortando “la grasa”. La cantidad justa de grasa da exquisitez y sabor a su cocina favorita, pero el exceso de grasa puede hacer que se sienta enfermo e inflamado.

Lo mismo ocurre para los gastos de recreación. No hay que esperar en recortar todos los gastos frívolos de su vida, ya que gastar dinero para ganar experiencias es parte de lo que enriquece nuestras vidas. Trate de reducir sus gastos innecesarios en un 75%. Este es un objetivo que vale la pena, lo cual le permitirá mantener diversión, y una vida plena mientras vive dentro de sus medios.

Escriba sus necesidades y facturas recurrentes. Elimine y condense todo lo que pueda. Asegúrese de presupuestar un fondo para entretenimiento, pero comprométase a no decaerse cuando los fondos asignados se agoten.

Encuentre un equilibrio sin encontrar la ruina. 

Con el dinero que está ahorrando, debe aspirar a tener tanto un ahorro de emergencia como un ahorro para el retiro.

De acuerdo con la Reserva Federal solamente el 54.2% de los encuestados que ganó entre $40,000 y $100,000 ahorraron para la jubilación. Y el 57.1% ahorraron para gastos imprevistos. ¡Eso deja a muchas personas desprevenidas y desprotegidas!

Una buena guía para un ahorro de emergencia son seis meses del valor de los costos de vida. Si el costo de vida es de $4000 al mes, eso sería $24,000. ¡Para la jubilación, el consejo estándar es ahorrar tanto como pueda! Sin embargo, la mayoría de los asesores financieros le dirán que el 10% de sus ingresos son un buen lugar para empezar. Si usted gana $4000 al mes, eso sería una meta de $400 al mes para sus ahorros de jubilación.

Recuerde, cuando los tiempos se ponen difíciles, ninguna cantidad de riqueza material innecesaria lo hará sentir tan feliz y contento que la tranquilidad y la seguridad que se consigue con una cuenta de ahorros y de jubilación saludable. Así que olvídese de mantener el ritmo de los vecinos, porque mientras ellos están sobrecargados de trabajo, arruinados y no disfrutando de la vida, usted estará libre de deudas, preparado y feliz.

La batalla perdida

¡El mayor problema en la batalla entre vecinos, es que no importa cuánto se esfuerce siempre hay alguien que mueve la barra más alto! Ha habido una serie de artículos en los medios de comunicación recientemente que resumen este fenómeno. Analice la situación de “las madres amas de casa”. Hace años era la norma… cada familia lo hacía, así que no es nada especial. En aquel entonces usted sabía que “la había logrado” si tenía una casa bonita y moderna para su familia. Así que, debido a esa nueva casa (y las casas nuevas cuestan dinero) las mujeres entraron en la fuerza de trabajo, la economía y la inflación se hicieron cargo y ahora es a menudo una lucha para las familias que uno de los cónyuges pueda quedarse en casa con los niños. Así que por un tiempo sabía que “lo había logrado” cuando uno de los cónyu- ges “podía quedarse en casa” en su moderno hogar.

Entonces la barra se movió más arriba. El nuevo símbolo de estatus es el número de hijos que tiene y con los que usted pueda permanecer en casa… porque claro, los niños son caros y Jr. tiene que estar inscrito en los mejores colegios y actividades, los cuales por supuesto cuestan dinero. Así que, si ahora usted tiene un montón de niños, de seguro usted “lo ha logrado”. ¡Por supuesto más niños significan más dinero para todo los que quieren “seguir el ritmo”… así que es hora de que el cónyuge vuelva a trabajar, y en muchos casos para el niño también! Es una batalla perdida que nunca acabara.