Cuando dos se convierten en uno: Navegando por el laberinto financiero

“Desde este día en adelante, para bien, o para mal, en la riqueza y en pobreza…” 

Estas son las palabras tradicionales comúnmente expresadas en una boda, y ya que en una boda tradicional no se deciden casarse, es necesario encontrar una manera de compartir ingresos y gastos. De hecho, las finanzas son probablemente uno de los asuntos más abrumadores de la vida de los recién casados.

Afecta a todas las edades; desde parejas jóvenes, en necesidad de independencia personal y en necesidad de mantener cierto nivel de libertad, hasta parejas mayores que se han acostumbrado a vivir solas bien establecidas. No importa su edad o su posición, decidir qué y cuánto comparte con su pareja puede hacerlo sentir restringido. Una solución viable al problema debe encontrarse y adoptarse con prontitud, para que las disputas crecientes no debiliten el fundamento de su relación.

Para algunos, dividir todas las posesiones, ingresos y gastos en dos partes iguales parece ideal, pero en situaciones de disparidad de ingresos, en las que una mitad de la pareja tiene una fuente confiable de ingresos, puede que no sea tan simple.

La desigualdad de ingresos no es el único momento en que la división de finanzas se vuelve complicada, los conflictos de personalidad y que tan buena es su pareja en administrar el dinero es un detalle crítico. Usted puede encontrarse con un cónyuge egocéntrico, inclinado a dedicar sólo una fracción de sus ingresos a los gastos y necesidades, mientras que el resto decida ahorrarlo para sus proyectos personales o pasatiempos.

Es importante saber dónde se encuentra su cónyuge cuando se trata de la estructura financiera de su matrimonio, y cuáles son sus puntos fuertes y débiles, cuando se trata de ingresos y presupuesto de dinero. Este análisis preferiblemente debe tener lugar antes de decidir compartir un hogar, para evitar una fricción financiera. Es importante estar bien informado y considerar todas las opciones en el mundo de las finanzas maritales; Desde lo más común hasta lo más peculiar, Discutamos algunas situaciones que siempre debe tener en cuenta.

Un lugar seguro para sus ahorros 

De vez en cuando, los cuentos de hadas hablan de personas extremadamente poderosas que acumulaban enormes cantidades de riqueza en bóvedas diseñadas específicamente para ello, y habitaciones inaccesibles. Estos lugares estaban a menudo protegidos por un intrincado sistema de trampas, con un pequeño ejército de guardias y funcionarios trabajando para asegurarse de que las pertenencias de su señor estuvieran a salvo en todo momento.

Hoy en día, una solución comparable (y más realista) para almacenar nuestra riqueza (por más vasta o escasa que sea) son los bancos o cooperativas de ahorro y crédito. Uno de los propósitos primarios de estas instituciones es ofrecer servicios de custodia a cualquier persona que pueda permitirse el pago de sus honorarios mínimos. Es proba-ble que ya tenga una cuenta bancaria personal, pero ahora que está casado, puede considerar cambiar algunas cosas.

Cuando dos personas deciden vivir bajo el mismo techo, comprar y pagar cosas juntos obviamente va a ocurrir regularmente. Además de comprar alimentos y pagar facturas, la vida posterior a la boda también incluirá gastos ocasionales inesperados. Pero ¿De quién es la cuenta bancaria de donde provienen los costos? Es en ese punto en que una pareja de recién casados probablemente tenga que decidir y considerar la posibilidad de fusionar sus cuentas o mantener las que tenían anteriormente. La elección es una cuestión de preferencia personal, ya que hay soluciones adecuadas que ofrecen ventajas y desventajas. Entre esas soluciones se encuentran:

Abrir una cuenta bancaria conjunta: Esta opción hace que la totalidad de su dinero siempre esté listo para ser utilizado por cualquiera de los cónyuges. Decidir cerrar sus cuentas personales y crear una que usted compartirá con su media naranja es una gran manera de mostrar confianza y amor.

Esto permite que los pagos se procesen con mayor rapidez, ya que ambos individuos en el seno de la pareja pueden retirar de la cuenta cuando los plazos deban cumplirse.

Al mismo tiempo, sólo tener una cuenta significa que una cantidad menor de los ingresos de su familia tiene que ser utilizada para cubrir los honorarios del banco. La mayoría de las cuentas ofrecen la posibilidad de solicitar varias tarjetas de débito, lo que hace aún más fácil el retiro.

Una cuenta bancaria única también viene con varios inconvenientes que deben tenerse en cuenta a la hora de decidir. A menos que se especifique lo contrario, ambos usuarios pueden mo-ver tanto dinero como quieran sin tener que adquirir el permiso por escrito del otro. Su estado bancario conjunto también mostrará todas las transacciones tanto para usted como para su cónyuge.

Es poco probable que usted quiera esconder algo con la persona que se casó, pero imagine pasar por la molestia de borrar la etiqueta del precio de un presente que acaba de comprar sólo para que su banco lo delate cuando su cónyuge vea el estado de cuenta.

Mantenga cuentas separadas: Esta es la elección correcta para aquellos que necesitan más espacio personal y libertad individual. Su cuenta de ahorros se podría describir como una versión mucho más grande de la alcancía que usted probablemente haya poseído cuando fue niño. Al igual que lo hizo en ese entonces, el dinero se vierte en dicha cuenta cada vez que se recibe un pago. Mantener las cuentas individuales hace que sea más fácil mantener una pequeña cantidad de dinero para proyectos propios, gastos personales imprevistos o para comprar regalos. Mantener su cuenta también le permite administrar sus finanzas de una manera más independiente, sin tener que depender de otra persona para co-firmar documentos o autorizar transferencias.

Aunque este mayor grado de libertad tiene su precio. Es verdad que usted no tiene que dar una explicación de por qué gastó $50 en otro avión a escala para su colección, cualquier cosa que requiera atención de su consorte es probable que sólo se retrase.

Después de todo, si no es tan eficiente en el presupuesto y en el ahorro como su cónyuge, es posible que se vea en aprietos y salga corto de dinero cuando llegue el tiempo de compartir un gasto.

A diferencia de la opción de combinar cuentas, con cuentas individuales, su familia puede verse pagando más dinero al banco y recibir más papeleo, con un efecto en sus opciones, haciendo claro que la próxima vez intente revisar sus últimos gastos para presupuestar o para presentar un mejor plan de ahorro.

Abra una cuenta para sus esfuerzos conjuntos: Mantener sus cuentas individuales y abrir una cuenta conjunta para sus compras y gastos familiares puede ser el compromiso perfecto. Si simplemente no puede aceptar la idea de perder su independencia financiera, pero odia acudir a varias cuentas cada vez que su factura de electricidad se deba pagar, esta solución probablemente sea la más adecuada a sus necesidades.

Visitar un banco y abrir una cuenta adicional puede agregar más honorarios y complejidad a la ya complicada vida de adulto, pero dedicar un espacio a las sumas que utiliza para sobrevivir, le ahorra algo de trabajo y varios dolores de cabeza a largo plazo.

Además, los miembros de la familia en los que la disparidad de ingresos es particularmente evidente, ahora tienen una forma de contribuir. El plan aquí es crear una cuenta que utilice únicamente para recaudar dinero para sus próximas facturas de pago mensuales.

Ni usted ni su contraparte se le debe permitir retirar de esta cuenta si no es por algo que beneficia a toda la familia. Para garantizar que estas restricciones se establezcan y respeten, los bancos ofrecen servicios específicos. Entre ellas, requerir que ambos titulares firmen cada transacción antes de ser procesada, esta es probablemente la más común y amplia.

Piense en su futuro

Aunque ya hemos hablado de gasto y ahorro, junto con las diversas razones y métodos a través de los cuales pue-den ser administrados, los conceptos más importantes del matrimonio aún los hemos mencionado. El objetivo principal de una boda es la intención de pasar el resto de la vida con la persona con la que se esta comprometiendo.

Imagine una pareja joven que vive en un apartamento pequeño sólo, en el cual están haciendo realidad su sueño de amor lo cual es muy romántico, pero la realidad es que nadie espera poder pagar el alquiler y luchar en ese diminuto apartamento en sus años 50 o 60. Si usted desea evitar esa imagen mucho menos romántica, el planificar con antelación es importante.

El tener una estrategia de manejo de dinero incorrecta puede conducirlo al desastre. Los gastos imprevistos e inevitables ocurren, y si no están planeados, tienen el potencial de romper incluso las almas más valientes. Pero la vida de una pareja casada está llena de posibilidades. Con el apoyo de su pareja, usted puede de un momento a otro estar volando muy alto. Veamos lo que deben incluir sus planes de contingencia.

Ahorre para una casa: ¡Un lugar para llamar hogar!

Algunos se refieren a ella como nuestro nidito; otros prefieren la imagen de una fortaleza. Pero al final, su casa es la locación física en la cual su vida toma forma y sentido. Su casa no es simplemente un refugio; las vidas son vividas, y las memorias son hechas en casa.

Es lógico que, en algún momento de su existencia, usted deba tratar de adquirir un conjunto de paredes que le pertenezcan. Alquilar un domicilio suele ser la solución más viable y única que tiene en su edad adulta temprana, pero hacerlo demasiado tiempo lo limita enormemente. El alquilar una casa le impide en cierto grado y se esta limitado de personalizar el lugar y en algunas ocasiones el alquiler es cada vez mas caro mensualmente.

Si usted se encuentra imposibilitado de comprar una casa, el establecer un presupuesto a través del cual se dedique parte de los ingresos de su familia hacia una casa, debería ser su prioridad. Si ambos trabajan, el matrimonio le da el potencial para ahorrar más. La clave es limitar lo que gasta de su ingreso disponible (ingresos no utilizados para gastos mensuales fijos y necesarios).

No hay duda de que la idea de limitar su ingreso disponible es incómoda, pero estas decisiones deben hacerse para asegurar un mejor futuro para usted y para los que ama. Ya sea que usted decida guardar su dinero bajo el colchón o utilizar una alternativa más segura, eso depende de usted. Planeación familiar: No es ningún secreto que los niños son una responsabilidad enorme y costosa. Aunque en ocasiones las parejas casadas se dejan llevar por sueños futuros y se tranquilizan en un sentido de entusiasmo y fantasía pensando en sostener en sus brazos a ese bebe de piel suave y aterciopelada. El hecho de hablar de nombres y comprar cunas es suficiente para que muchas personas se despreocupen y empiecen antes de que estén listas.

Es importante no dejarse que esta fantasía se interponga en el camino de la realidad. Su hijo necesitará comida, abrigo, ropa, una educación adecuada y suficientes recursos para convertirse en un miembro de la sociedad bien integrado, productivo y respetado.

Si decide agregar un niño a su familia, asegúrese de tener una idea de lo agotador y costoso que está a punto de convertirse su existencia. El costo promedio de criar a un niño en los Estados Unidos, considerando un período que abarca desde su nacimiento hasta la edad de 18 años, es un poco más de $300,000. Estas estimaciones crecen aún más si su hijo asiste a la universidad o se inscribe en un programa de educación superior.

Por supuesto, no está obligado a tener esa enorme cantidad de dinero a la vez, pero el gasto va a tener que hacerse y usted va a tener que renunciar a mucho de lo que usted considera suyo para criar a un niño, no sólo en dinero, sino también en tiempo.

Antes de saltar al vacío de la paternidad, debe discutir con su pareja si ambos están dispuestos a hacer los sacrificios, trabajar en equipo y que sus finanzas estén a la altura de la tarea.

Los niños son una bendición, y pueden completar una familia de una manera indescriptible, pero siempre debe ser realista en sus expectativas. Entonces, ¿Qué pasa si decide que aún no está listo? Está bien tomarse tiempo y disfrutar de la vida como pareja, antes de decidir cualquier cosa. ¿Qué pasa si el tener hijos no es para usted? ¡Está bien! ¡Una vida sin hijos todavía puede ser increíblemente gratificante!

Tener hijos no es para todas las parejas. ¡Centrarse en carreras y sueños en lugar de construir una familia es una opción válida, no deje que nadie le diga lo contrario!

Planee para envejecer: Nadie vive eternamente. 

Llegará un momento en que su cuerpo este demasiado cansado para seguir con su programación. Esto comienza al descubrir una noche que prefiere quedarse en casa en lugar de una parranda con sus amigos; de repente sus huesos le duelen e incluso las compras de comestibles se convierten en una pequeña aventura. El envejecimiento es un proceso natural y completamente normal que, tarde o temprano, aprenderá a aceptar.

Vivir para ver una versión más antigua de sí mismo es satisfactorio; con compañeros que le muestran más respeto y el acceso a una serie de descuentos que endulzan aún más el momento.

Lo que usted no querrá hacer, es tener que trabajar hasta que su cuerpo se colapse y su corazón se detenga. Tan vital como comprar una casa, la planificación de su jubilación requiere sacrificio y trabajo.

Una vez más, el ahorro es la clave para una existencia más feliz. Tan pronto como el entusiasmo de su día de la boda desaparezca y su nueva vida comience a tomar un giro para mejorar, usted debe sentarse con su pareja y discutir sus opciones para el futuro. Cuanto más pueda ahorrar, más disfrutará de la vida en un futuro.

Asimismo, recuerde que, una existencia satisfactoria no siempre se mide por los objetos físicos que posea. No todos los jubilados tienen una segunda casa en la playa o una pequeña cabaña en el bosque, pero la mayoría de ellos pueden contar grandes y apasionantes experiencias, las cuales aun pueden disfrutar.

A medida que su vida profesional llega a su fin y descubre que tiene más tiempo en sus manos, es probable que comience a considerar ese viaje a Europa que siempre quiso tomar. Si usted y su pareja lograron colocar parte de sus sueldos, los cuales ganaron con mucho esfuerzo, a una cuenta para ese fin, y ambos están en un buen estado de salud, no hay nada que pueda detenerlo ahora.

En conclusión

La responsabilidad financiera y la cooperación constituyen un ingrediente primario para la creación y el mantenimiento de una familia feliz y próspera. Planifique eventos significativos como comprar una casa o tener un bebé, esto en lugar de actuar impulsivamente. Al igual que lo haría con muchos otros aspectos de su vida personal y sentimental, no tenga miedo de experimentar.

El encontrar lo que funciona mejor para usted y su pareja hace que todo el proceso sea más agradable, con el tiempo, aliente a toda la familia a poner la mirada en las metas más altas y trabajar más duro para alcanzar sus objetivos finales.

Sepa que tendrá que luchar un poco, pero no deje que las dificultades obtengan lo mejor de usted y lo arrastren. Recuerde que en tiempos difíciles, siempre puede contar con sus mayores de quienes puede recibir orientación y que tiene el pleno apoyo de alguien que decidió acompañarle a través de este viaje hasta que la muerte le separe.

Construya un plan financiero

Los matrimonios de hoy se enfrentan a muchos desafíos para encontrar buenos empleos y viviendas asequibles para los niños e incluso la planificación en la preparación para la jubilación. Lamentablemente, una de las principales quejas de los cónyuges es la incapacidad para comunicarse con su pareja sobre el dinero. Dos personas que se unen es una cosa… pero casarse con diferentes estilos y gastos financieros puede llegar a ser un desafío que a menudo hace que se rompa el matrimonio. Es importante aprender las habilidades que necesita para comunicarse eficazmente sobre el dinero. Cada pareja de recién casados y aquellos que están considerando el matrimonio deben establecer un tiempo para discutir las metas financieras personales y después usarlas para crear un mapa financiero anual para posibles gastos en cada década de su vida. Los temas a tratar deben incluir:

 

  • Necesidades presupuestarias actuales, incluyendo la vivienda, gastos médicos regulares, matrícula escolar, manutención infantil, etc.
  • Sueños futuros; tales como la educación, viajes, estilo de vida deseado y número de hijos.
  • Las deudas pasadas que se traen al matrimonio y el plan para pagar esas deudas.

 

Las parejas también deben discutir el costo de vida en la ciudad donde planean vivir y las realidades de manejar un hogar allí. A medida que construye su mapa financiero, considere los gastos en el camino, tales como un tratamiento de ortodoncia para sus hijos, ahorrar dinero para la universidad, y gastos médicos a medida que envejezca. Es aconsejable considerar la posibilidad de tomar una clase financiera juntos. Estas clases no sólo enseñan habilidades financieras valiosas, sino que abren una plataforma para la comunicación sobre temas y metas entre las parejas.

Es cierto que el dinero no puede comprar la felicidad, pero las parejas que pueden comunicarse acerca de su presupuesto y tener una fuerte comprensión de sus responsabilidades financieras, y el respeto de las necesidades financieras de su pareja, eliminan una de las mayores causas de conflicto y estrés en el matrimonio.