Cómo evitar la deuda médica

La gente a menudo piensa en su casa o en su fondo de retiro como su mayor activo, pero es en realidad su capacidad de ganarse la vida, lo que produce el flujo de ingreso. Y usted no tiene que ser un genio financiero para entender que su capacidad de permanecer productivamente empleado depende en gran manera del mantenimiento de su estado físico. Afrontémoslo, sin su salud sus ingresos están en riesgo y también todo lo demás.

La deuda es una de las causas principales de la bancarrota en los Estados Unidos—un hecho aún más alarmante porque esto está devastando a personas que realmente tienen seguro médico. Según las últimas estadísticas de la Commonwealth Fund, un grupo de acción de asistencia médica no lucrativo, más del 17 por ciento de los americanos viven en familias que gastan más del 10 por ciento de sus ingresos después de impuestos en asistencia médica. Esto es demasiado dinero gastado por visitas al consultorio médico.

Uno de los aspectos más perjudiciales de la deuda médica es que pueden ocurrir de repente y se acumulan a una velocidad impresionante. Una noche de estancia hospitalaria—en función de pruebas y tratamientos—puede fácilmente costar varios miles de dólares. Como la mayoría de las crisis financieras, es difícil encontrar soluciones cuando se enfrenta a una emergencia.

El punto fundamental es: Su salud es potencialmente su cuestión de dinero más grande. La FPA® ofrece los siguientes consejos para evitar cuentas médicas devastadoras.

Vea si usted puede mantenerse más saludable. El Centro para el Control de Enfermedades informa que el 66.3 por ciento de los adultos americanos sin el cuidado de alguna institución, de 20 años o más, tienen sobrepeso u obesidad. Metiéndose en un programa de pérdida de peso personal o de grupo y realmente reduciendo libras disminuirá significativamente los factores de riesgo para su salud. Dejar de fumar y limitar el consumo de alcohol son otras buenas iniciativas para hacer. Consulte a su médico de cabecera para planear una estrategia.

Revise su cobertura de seguro médico. Si usted es asegurado por un empleador o compra su propia cobertura como un trabajador independiente, investigue lo que esa cobertura realmente proporciona en general, desde las visitas menores al cuarto de emergencia, hasta las principales enfermedades catastróficas, como problemas de corazón o cáncer. Hay una buena probabilidad de cambiar los beneficios—y probablemente haya disminuido—para el siguiente año. Es una buena idea buscar ayuda con este proceso. Un agente de seguros de confianza o un asesor financiero capacitado puede examinar esta cobertura con usted o alguien que le puedan recomendar.

Revise su cobertura por discapacidad. Si usted se enferma y no puede trabajar durante un largo período de tiempo, ¿Cuándo entraría en vigor su cobertura por discapacidad y cuánto tiempo pagarían sus gastos de manutención? Si usted es un trabajador independiente o no tiene este beneficio en el trabajo, usted debería hablar de ello con un experto.

Planee por anticipado una estrategia de gastos de cuidados médicos. Por supuesto, es difícil pedir cuánto van a costar los exámenes de un hospital, medicamentos y los trámites si está atado inconsciente a una camilla. Pero todo tiene precio en un hospital—todo, desde los pañuelos hasta las Imágenes de resonancia magnética. Hable con su médico de cabecera acerca de las maneras de ahorrar en gastos durante las visitas al consultorio y antes de cualquier estadía prevista en el hospital y también hable de las opciones de pago extendido si siente que usted las necesita.

Diríjase a un experto de seguro de cuidado médico sobre las manera de examinar una posible cuenta de hospital, así usted puede rechazar artículos innecesarios durante su permanencia. Una vez que tenga estas ideas por escrito, asegúrese de que las personas que haya designado como sus apoderados legales para el cuidado de su salud tengan el poder para que ellos puedan actuar en su lugar, si usted está incapacitado. Estas interrogantes son especialmente importantes para preguntarse si usted está moviendo un familiar mayor a una casa de reposo o de cuidado asistido, situación donde todo lleva un elevado precio, desde una aspirina hasta los pañales para adultos.

Coloque los beneficios de sus impuestos en estrategias de ahorro apropiadas. Usted puede tener la opción de poner dinero en una cuenta de gastos flexibles (FSAs) en el trabajo y/o crear una cuenta de ahorros de salud (HSAs) como parte de su inscripción en un plan de salud calificado de deducible alto. A menudo las FSAs y HSAs permite que los saldos sean transferidos mas allá de un año, aumentando en una base libre de impuestos mientras ellos son utilizados para gastos médicos—de esta manera, puede acumular suficientes ahorros contra gastos no cubiertos, mientras está todavía saludable. Busque el asesoramiento de un experto sobre la mejor manera de utilizar uno o ambos tipos de cuentas, si tiene las opciones disponibles para usted.

Creé un fondo de emergencia de seguro médico. Un fondo de emergencia sería útil para cubrir los dedu-cibles y el co-pago (pago compartido) en su seguro médico si usted no tiene un HSA. Las pólizas de seguros médicos enlistarán la cantidad “total que saldrá de su bolsillo”, en la página de cobertura, que pueden ser miles de dólares—trate de mantener esta cantidad en reserva.

Recursos federales para cobertura de asistencia médica

SCHIP (State Children’s Health Insurance Program)

Si usted está teniendo dificultad proporcionando una cobertura de seguro médico para su familia, el Programa Estatal de Seguro Médico de Niños (SCHIP por sus siglas en inglés) puede ser una opción para usted. El SCHIP es un programa del gobierno federal que otorga dinero a los estados para proporcionar un seguro médico a familias con niños. El programa fue creado en 1997 para cubrir los gastos médicos para niños no asegurados en familias cuyos ingresos son demasiado modestos para poder pagar un seguro médico, pero demasiado alto para tener derecho al Medicad.

Los estados pueden determinar sus propios requisitos de elegibilidad del SCHIP y las pólizas dentro de los lineamientos federales. Al igual que Medicad, SCHIP es una asociación entre el gobierno fe-deral y estatal. Los programas son administrados individualmente por los estados de acuerdo a los requisitos establecidos por los centros para servicios de medicare y medicad. Los estados miembros podrán diseñar sus programas SCHIP como un programa independiente y separado de Medicad (separado de programas de salud infantil), utilice fondos del SCHIP para ampliar su programa de Medicad (SCHIP programas de expansión de Medicad), o combine estas opciones (Combinación de programas SCHIP). Los estados reciben fondos federales para la mejora de sus programas de SCHIP a un porcentaje superior al del Medicad regular.

En agosto de 2007, la Administración Bush anunció una regla que exige a los estados a utilizar el 95 por ciento de los fondos para las familias con niños, cuando los ingresos familiares es de 200 por ciento o menos del nivel federal de po-breza, antes de utilizar los fondos para servir a las familias que ganan más de 250 por ciento del nivel federal de pobre-za. El gobierno federal dijo que 9 de los 17 estados que ofrecen beneficios a las familias de ingresos más altos ya cumplen este mandato. Póngase en contacto con el Departamento Estatal de Servicios Infantiles para obtener información sobre SCHIP o visite www.cms.hhs.gov.

Medicad

Es un programa de salud de los Estados Unidos para individuos y familias de bajos ingresos y recursos, mismo que es financiado conjuntamente por los estados y el gobierno federal y es administrado por los estados. Entre los grupos de personas atendidas por Medicad son elegibles los padres de bajos ingresos, niños, personas de la tercera edad y personas con discapacidad. Medicad se creó el 30 de julio de 1965 y es la mayor fuente de financiación de los médicos y servicios relacionados con la salud de las personas con ingresos limitados.

Cada estado administra su propio programa de medicad, mientras que los centros para servicios de medicare y medicad supervisa los programas y establecen requisitos para los servicios, calidad, financiación y las normas de elegibilidad. Los estados pueden determinar su propio nombre para su programa estatal.

La participación del estado en medicad es voluntaria, sin embargo, todos los estados han participado desde 1982. En algunos estados, medicad subcontrata a las compañías de seguros médicos privados, mientras que otros estados paga directamente a los proveedores (es decir, médicos, clínicas y hospitales).

Los servicios dentales están disponibles bajo medicad. Los servicios dentales son un servicio opcional para adultos por encima de los 21 años de edad, sin embargo, este servicio es un requisito para los beneficiarios de medicad que tienen menos de 21 años. Póngase en contacto con el estado del Departamento de Salud y Servicios Humanos o visite www.cms.hhs.gov para más información.

Pequeños consejos que podrían ayudar demasiado

Verifique TODOS los beneficios de su seguro médico. Su plan de salud puede ofrecerle valiosos servicios de los cuales a usted no se le ha dado suficiente información. Explore el sitio Web de la compañía, si ellos tienen uno, y lea toda la información de beneficios que provee para aprender lo que está disponible.

Por ejemplo, algunas compañías de seguros tienen enfermeras de guardia las veinticuatro horas al día para responder preguntas y dar consultas médicas sencillas acerca de si los síntomas que está teniendo justifican una visita al consultorio del doctor. Algunos planes ofrecen descuentos en las membrecías de gimnasio, masajes y programas para bajar de peso. Asegúrese de averiguar lo que está a su disposición. Muchas aseguradoras también cubren el cuidado preventivo, como las mamografías y Papanicolaou, los que le ayudan a mantenerse saludable por más tiempo.

Elabore una lista de medicamentos cubiertos. Tome una copia de la lista de su compañía de seguro de las pres-cripciones médicas cubiertas por sus beneficios, la próxima vez que usted haga una visita a su doctor. Muchas compañías de seguros cubren la mayor parte de algunos medicamentos que otros, por lo que algunos medicamentos le cuestan más que otros. Si su médico sabe lo que está en la lista de su aseguradora, puede seleccionar el mejor medicamento para usted y con el precio más bajo.

No tenga temor de decirle a su médico cuál es su situación financiera. ¿Está corto de dinero? ¿Tiene un seguro de deducible alto? No esté avergonzado de decirle a su médico o dentista. Ellos pueden sugerirle algunas opciones de tratamientos menos costosos o incluso un acuerdo con pagos más bajos.

De hecho, una encuesta realizada por el Wall Street Journal, encontró que tres de cada cinco personas que negociaron con sus médicos recibieron descuentos.

Evite si es posible la sala de emergencias. Nunca utilice la sala de emergencia como un sustituto de su médico. Usted tendrá que pagar mucho más y probablemente esperar más tiempo para ser atendido. Si su hijo se siente mal en un viernes por la mañana, haga una cita con el médico para ese día para que no terminen en la sala de emergencia durante el fin de semana.