Si usted ya estableció su programa de manejo de deuda y ha estado haciendo sus pagos mensuales según el plan que usted estableció con su consejero de manejo de deudas de FFEF, bien hecho. ¡Felicidades! Usted está en el camino a la recuperación. La opción de hacer el sacrificio necesario para reembolsar sus deudas, sin duda es por mucho la mejor opción, que la alternativa de bancarrota.
Si usted está esforzándose por hacer ese pago mensual, manténgase en la lucha. Su consejero de FFEF entiende lo difícil que puede ser y por ello, estarán ahí para ofrecer el estímulo y ayuda en cada paso del camino. Hay tres cosas las cuales usted debe estar seguro de hacer cada mes:
1. Hacer su pago fijo completo y a tiempo.
2. Revisar los estados de cuenta mens-uales de sus acreedores para asegurarse que ellos están mostrando que su pago fue recibido.
3. Contactar inmediatamente a su consejero de FFEF si a usted le será imposible hacer su pago estipulado.
Si la situación se pone demasiado difícil y usted se ve tentado a considerar la bancarrota, usted tiene que ser consciente de algunos cambios que se ha habido a las leyes de bancarrota. La prevención del abuso de bancarrota y el acto de protección al consumidor del 2005, entró en efecto el 17 de octubre del 2005. Ésta es una de las enmiendas más comprensivas del código de bancarrota en más de 25 años, particularmente sobre cómo se aplica a la reforma de bancarrota del consumidor.
Las personas pueden declararse en bancarrota en un tribunal federal, bajo dos tipos de bancarrota. Estos dos tipos se llaman: bancarrota capítulo 7 y bancarrota capítulo 13.
Bancarrota capítulo 7
El capítulo 7 es una “liquidación” de los activos de un individuo. Otros términos que se refirieren a este tipo de bancarrota son: “cancelados” y “liquidados”. Esta forma de bancarrota es a veces referida como “bancarrota directa.” Algunas deudas, sin embargo (como hipotecas de bienes inmuebles), no son canceladas o liquidadas y deben ser pagadas. Las personas están autorizadas a mantener determinados activos y las pautas para éste varían de estado a estado.
A menudo se permite que se queden con los automóviles, generalmente porque éstos son fundamentales para que una persona tanga la capacidad de seguir trabajando, pero si existe un préstamo sobre el automóvil, debe ser reembolsado. Otros activos son vendidos (liquidados) para pagar deudas. Muchos tipos de deuda no asegurada, como la deuda de tarjeta de crédito, son liquidados legalmente por el proceso de bancarrota, lo que significa que no tienen que ser pagadas. Hay sin embargo, ciertos tipos de deuda que no son liquidados en el Capítulo 7. Estos incluyen la pensión alimenticia, impuestos, préstamos estudiantiles y las multas impuestas por un tribunal por todos los crímenes cometidos por el deudor. Las deudas que no son liquidadas deben ser pagadas.
Bancarrota capítulo 13
En el Capítulo 13 de bancarrota, un individuo se propone un plan para liquidar sus deudas durante un período de tres a cinco años. Durante este tiempo, los acreedores no pueden intentar cobrar la deuda anteriormente contraída por el individuo. En general, el individuo llega a mantener sus bienes y los acreedores acaban con menos dinero que de lo que se les debe.
Si bien una persona que está bajo un Capítulo 13 de bancarrota, él o ella no están autorizados a obtener crédito adicional sin la autorización de la corte de bancarrota. Es muy probable que los acreedores no quieran arriesgarse a prestarle dinero a la persona, de todos modos.
La ley de bancarrota exige a las personas, que para completar los pasos que ya han adoptado, busquen la ayuda de un consejero de crédito, establecer si hay o no suficientes ingresos para sostener un programa de pago y aceptar la educación financiera para evitar futuras solicitudes de bancarrota.
Una bancarrota debería ser siempre considerada como el último recurso para resolver los problemas financieros, porque los resultados a largo plazo de una bancarrota exceden cualquier otra solución. Su informe de crédito mostrará una bancarrota por los últimos diez años y resultará muy difícil hacer muchas de las cosas que le gustaría hacer.
Sin embargo, es un procedimiento legal que puede ser utilizado cuando las personas se encuentran en circunstancias extremas y ellas ya no pueden sobrevivir. Si usted se declara en bancarrota, una vez que esto es completado y las deudas fueron descargadas, nosotros le sugerimos que consiga un par de tarjetas de crédito; aunque es probable que tenga que pagar un depósito de seguridad. No acumule deuda en ellas, pero utilícelas y pague los balances por completo cada mes. Esto mostrará que usted está tomando los pasos para llegar a ser financieramente responsable. Pregunte a su consejero de crédito de FFEF acerca de las opciones que todavía pueden estar disponibles para usted antes de tomar esta acción legal.
¿Qué más debería yo saber sobre la Bancarrota?
Servicios públicos: Los servicios públicos, como la compañía de electricidad, no pueden rechazar o cortar el servicio porque usted ha presentado una solicitud de bancarrota.
Sin embargo, la empresa de servicio público, puede requerir un depósito para un futuro servicio y usted tiene que pagar realmente las cuentas que usted recibe después de que la bancarrota es archivada.
Discriminación: El empleador o una agencia de gobierno, no pueden discriminarlo porque usted ha presentado una solicitud de bancarrota.
Licencias de conducir: Si usted perdió su licencia únicamente porque no podía pagar por una orden judicial los daños causados en un accidente, la banca-rrota le permitirá obtener su licencia de nuevo. Consignatarios: Si alguien ha consignado un préstamo con usted y usted presenta una solicitud de declaración de bancarrota, el consignatario debería pagar por su deuda. Si usted se declara en el capítulo 13, usted podría proteger a los consignatarios, dependiendo de los términos de su plan en el capítulo 13.
Liquidación: Usted recibirá su orden de liquidación que oficialmente anula sus deudas aproximadamente en cuatro meses después de su reunión con los acreedores.
Cónyuge: Los activos de su cónyuge no son incluidos en su bancarrota a menos que ustedes se declaren juntos. Igualmente, su liquidación no anulará
las deudas de su cónyuge. Una pareja casada puede presentar una petición conjunta, pero no están obligados.