Si hoy en día las campanas de boda sonaron para usted, podría ser una de las muchas nuevas parejas que tendrían que decidir si combinan o no su vida financiera, ahora de recién casados. A pesar de los bien intencionados consejos de amigos y familiares, la decisión de combinar el dinero de una pareja recién casada siempre será una de las decisiones más importantes que tendrán que tomar juntos.
Tradicionalmente, las parejas casadas mantienen su dinero en cuentas conjuntas. La razón de esto se debe a que, ante los ojos de la ley, se unen sus activos y juntos estarán administrando su hogar. También puede deberse a que el manejo de sus finanzas por separado puede ser un poco difícil. Sin embargo, como han demostrado los estudios, el dinero esta frecuentemente en las tres principales razones por lo que las parejas casadas discuten, y teniendo en cuenta estas probabilidades, el considerar todos estos aspectos puede beneficiar a una pareja de recién casados.
Las preguntas sobre el dinero siempre aumentarán cuando usted tiene a dos personas que viven juntas y comparten el mismo techo. Juntos se enfrentarán a las mismas cuentas, los mismos gastos y decisiones financieras. La decisión de mantener cuentas separadas o tener todas las facturas y pagos pasando por una sola cuenta, difiere dependiendo de las necesidades y deseos de cada pareja. Esta decisión es muy probable que sea la primera decisión importante que usted tomará como pareja, y hay muchas cosas a considerar.
Así que formulemos la pregunta: ¿Usted y su pareja deben combinar todas sus finanzas? A continuación le proporcionamos los pros y los contras de las cuentas conjuntas. Las preferencias individuales y situaciones pueden variar.
Cuentas de cheques y ahorros.
Pro: Es más fácil pagar gastos conjuntos.
Cuando ustedes están viviendo juntos, y sobre todo cuando se está casado, usted compartirá los gastos con su pareja. Tales gastos pueden incluir la hipoteca o alquiler, servicios públicos, alimentos, artículos para el hogar y muchas más. Podría ser mucho más fácil mantener el dinero que paga todas esas facturas en una sola cuenta en vez de cada uno aportar fondos. Además, una cuenta conjunta tomará mucho menos tiempo en averiguar los costos, dividir los gastos, transferir el dinero de una persona a otra, y después pagar la factura. Otra opción para asegurar que las cosas son equitativas, algunas parejas deciden crear una cuenta conjunta para gastos compartidos, mientras mantiene una cuenta por separado para sus gastos personales.
Contra: Su pareja sabrá exactamente cuánto gasta en las compras.
Una de las mejores cosas de ser soltero es que no tiene que rendir cuentas a nadie más que a usted mismo, y eso incluye las finanzas.
Si le apetece darse un gusto (y probablemente gastar más de lo que debería) en algo que tanto le ha gustado desde hace mucho tiempo, usted puede hacerlo sin dudarlo. Sin embargo, si usted está gastando ese dinero de una cuenta conjunta, puede que sea difícil de explicar su compra a su pareja cuando vea el estado de cuenta bancario. Su pareja legítimamente querrá tener voz y voto en cuánto al dinero que se gasta, en qué, y cuándo.
Hablar con su pareja sobre las compras grandes con anticipación ayuda a evitar conflictos y crea un sentimiento de confianza. El hablar acerca de cuándo es el mejor momento, esto sería mejor que salir corriendo para conseguir ese nuevo televisor de pantalla plana, ya que ayudará a que su pareja se sienta parte del proceso en la toma de decisiones. Además, si usted tiene un problema de gasto impulsivo, podría ser útil tener a alguien cuidándole la espalda o recordándole sobre ese gran estado de cuenta de electricidad que acaban de recibir.
Pro: Puede ser detectado a tiempo el gasto excesivo.
Si ambos están conscientes de los saldos en sus cuenta (gracias, a la banca móvil), ustedes también a la vez sabrán la cantidad de ingreso disponible que tiene. Ambas partes al estar al tanto de los gastos y depósitos, puede ayudar cuando llega el momento de presupuestar y ahorrar para unas divertidas vacaciones o su retiro. Si usted sabe cuánto necesita asignar para las facturas, usted puede planear por adelantado sin tener que transferir dinero entre cuentas separadas.
Tener una cuenta conjunta, ayuda a mantenerse en la cima de sus finanzas, y si su pareja tiene un problema de gasto, usted puede intervenir antes de que las cosas se pongan mal, y repentinamente este corto con el pago de la hipoteca o el alquiler. Esta situación también puede ser motivo de disputa, porque cuando un miembro de la pareja con mayores probabilidades de gastar irresponsablemente, los sentimientos pueden lastimarse, y pueden comenzar las peleas.
Contra: Las finanzas son un gran estrés en las relaciones.
Las parejas no siempre se ponen de acuerdo sobre cuánto dinero debe gastarse.
Uno podría ver algo como una necesidad, mientras que el otro lo considera un gasto frívolo. Si bien ambas personas en una relación comprarán cosas, la mayoría ponen prioridades en diferentes cosas. Los estudios han demostrado que los hombres y las mujeres suelen gastar la misma cantidad de dinero, pero gastan de manera diferente. A menudo, las mujeres compran ropa o cosas para el hogar, mientras que los hombres compran automóviles, computadoras o televisores. Al final, por lo general termina siendo aproximadamente la misma cantidad. Puede resultar difícil superar el juzgar a alguien más por sus hábitos de consumo, y si una pareja no puede lograr la armonía, una cuenta separada designada para gastos podría ser la solución.
Pro: Le ayuda a mantenerse alerta de un panorama general.
Compartir una cuenta bancaria puede ayudarle a usted y a su pareja a trabajar hacia las metas financieras mutuas, como ahorrar para la casa de sus sueños, tomar unas vacaciones, tener hijos y, finalmente enviarlos a la universidad, y por supuesto un retiro eventual. Al poner su dinero junto, usted puede estar al pendiente del panorama en general sin ningún esfuerzo.
Una cuenta conjunta y el conocimiento de lo que está sucediendo con esta cuenta, también pueden ayudarle a ahorrar y planificar para las emergencias. Incluso si usted tiene una gran profesión y gana lo suficiente como para tener una vida cómoda, muchas personas no se encuentran preparados cuando ocurre una emergencia. Uno nunca sabe cuándo puede haber un accidente o enfermedad, cualquier cosa que pueda sacarlo de curso. El tener un poco de dinero extra -¡por si acaso!, es más fácil en pareja, ya sea designándolo para emergencias o ahorrarlo para un objetivo específico.
Contra: Cualquiera de los dos podría vaciar la cuenta sin notificarle al otro.
Puede que sea su dinero, pero al momento en que es depositado en su cuenta bancaria conjunta, se convierte en dinero de ambos ante los ojos de la ley. Eso significa que cualquiera de ustedes puede retirarlo sin necesidad de la autorización del otro. No importa si usted es la persona que se lo ganó o no.
Durante los buenos tiempos, nadie pensaría que su amorcito tomaría todo su dinero y que saldría corriendo, pero sucede más a menudo de lo que usted cree. El tomar las precauciones necesarias para asegurarse de que esto no le suceda a usted, no es una mala idea.
Pro: Lo principal es la confianza.
Compartir una cuenta bancaria podría ser la imagen de una relación de confianza, unida. No hay mío ni tuyo, si todos los huevos están en la misma cesta, sólo hay “nuestro dinero”. Compartir todo completa y totalmente el uno con el otro, requiere de mucha de confianza y no debe tomarse a la ligera.
Contra: Es difícil sorprenderse mutuamente con regalos.
Si se aproxima el cumpleaños de su pareja o si quiere hacer algo especial para su próximo aniversario, usted tendrá que ingeniárselas si comparte una cuenta. No sólo podrá ver lo que compró, cuánto costo, dónde y cuándo lo compró, incluso podrá saber antes de que ocurra la gran sorpresa. Con la banca en línea, pueden averiguar antes de que usted salga de la tienda.
Pro: En algunas situaciones, una cuenta compartida puede ser necesaria.
Si uno de los cónyuges es un padre que se queda en casa o hace menos dinero que el otro, una cuenta conjunta será más fácil que entregarle dinero por cada pequeña cosa que puedan necesitar. No tiene ningún sentido para este tipo de pareja tener sus finanzas por separado. No sólo es más equitativo, sino que también prácticamente se convierte en una necesidad.
Contra: Reunir dos cuentas separadas puede causar problemas.
Si uno de los cónyuges ha estado casado anteriormente, pueden tener responsabilidades financieras tales como una pensión alimenticia o el pagos de manutención de menores, los cuales usted no hace. O bien, uno de los cónyuges puede deber una gran cantidad de dinero en préstamos estudiantiles. Por lo tanto el dividir las facturas y cuentas podría parecer prometedor para aliviar este tipo de situaciones, sin embargo, piénselo mejor.
Entre los presupuestos, las transferencias y las matemáticas, el juntar dos presupuestos operativos para manejar un hogar cuando se tienen cuentas por separadas podría ser tan complicado como una fusión multinacional.
Pro: No habrá ningún dictador.
Es inevitable para uno de los cónyuges ganar más dinero que el otro, incluso si no es por mucho. Cuando existe desigualdad de ingresos, las cuentas separadas significan que hay posibilidad de que uno de los cónyuges obtenga un pedazo más grande del pastel. En una relación, nunca es una buena idea tener a una persona en completo control de las finanzas de los demás.
Si usted lleva este concepto al extremo, la principal fuente de ingresos podría convertirse en el último dictador. El matrimonio sólo funcionará si ambos se sienten respetados. Una cuenta conjunta es una buena manera de mantener a los dos en el mismo equipo, y sintiéndose con igualdad en la vida. Contra: Alguien tiene que estar a cargo de pagar las facturas.
Cuando usted tiene una cuenta conjunta, recaerá sobre uno de ustedes pagar las facturas de esa cuenta. Para conseguir que las facturas reciban el pago, alguien tiene que escribir los cheques y mantener los números de cuenta. Dependiendo de su situación financiera, eso puede ser una gran presión para una persona.
Si usted tiene muchas cuentas o están pasando por dificultades financieras, el tratar de pagar facturas que no puede pagar, pone mucho estrés en una sola persona. El separar las cuentas y deudas, puede ayudar a compartir esta responsabilidad y reducir el estrés.
Si usted todavía tiene dificultades para decidir lo que funciona mejor para usted y su cónyuge, una solución de tres cuentas puede ser exactamente lo indicado. Una cuenta conjunta y una cuenta individual para cada uno de ustedes puede ayudarles a pagar las facturas de forma conjunta, y aún ahorrar o gastar de forma individual como mejor les parezca.
No hay una respuesta correcta o incorrecta cuando se trata de las cuentas conjuntas o separadas. La mejor solución para su situación financiera de casado, es aquella que este diseñada para adaptarse a las necesidades únicas de usted y su pareja, tanto individual como conjuntamente.
Si bien el establecer una cuenta bancaria conjunta para cubrir los gastos compartidos pueden ser una medida estándar para muchas parejas casadas, esto puede ser un poco más complicado cuando se agregan tarjetas de crédito a esta mezcla.
Cuentas de tarjeta de crédito
Cuando dos personas tienen una cuenta de crédito conjunta, ambas personas pueden cargar a esa cuenta, lo que significa que muchos de los pros y contras anteriores aplican. Además de esto, su pareja podrá ver su historial de crédito, puntaje de crédito, y sus hábitos de gasto. Ambos tendrán la obligación con toda la deuda contraída en una cuenta de tarjeta de crédito compartida.
Pro: Se acumularan las recompensas de tarjeta de crédito.
Si su tarjeta le reembolsa dinero, beneficios de viajes o millas para vuelos, al tener dos personas utilizando la tarjeta duplicarán las recompensas. Si cualquiera de ustedes viajan mucho por cuestión de negocios o gustan tomar vacaciones, una tarjeta de crédito de viajes permitirá que usted haga uso de esas recompensas, como permanencias en hoteles de lujo, acceso exclusivo a salones de aeropuertos, e inclusive vuelos gratis o con descuentos. Los puntos de recompensa de viaje se acumulan entre más vuelen ambos, y pueden ser una gran ventaja para los dos.
Contra: Su pareja podría arruinar su buen puntaje de crédito.
Debido a que cada persona tiene una calificación de crédito individual, cuando se abre una tarjeta de crédito o un préstamo conjunto, esa información se reflejará en ambos de sus informes de crédito y viceversa. Si una persona llega al límite de su tarjeta o se ven afectados por momentos financieros difíciles, como resultado ambas calificaciones de crédito sufrirán. Si uno de los cónyuges tiene un bajo puntaje de crédito, podría obstaculizar a su pareja incluso a ser aceptado para préstamos o tarjetas de crédito, o puedan ser la causa de mayores tasas de interés.
Pro: Uno de los cónyuges puede beneficiarse de una mejor tasa de interés y puntaje de crédito.
Por el contrario, las parejas pueden disfrutar de una cuenta de crédito conjunta y tasas de interés. Si una persona tiene una menor puntuación de crédito, mientras que el crédito de su pareja es ejemplar, su calificación global en conjunto podría ser mejorada, y la tasa de interés correspondiente no será tan mala como lo sería si tuvieran ambos una puntuación baja.
Contra: Ambos son legalmente responsable de efectuar los pagos.
Si la separación o la muerte llegaran a suceder, el emisor de la tarjeta de crédito puede y tomara acción legal contra usted, incluso si su cónyuge o ex cónyuge hicieron los cargos. En casos extremos, usted incluso podría ser demandado o hacer que su sueldo sea embargado para hacer frente a los pagos.
Pro: Usted podría utilizar una cuenta de crédito por separado como una reserva.
Si alguna vez se enfrenta a un escenario que lo lleve al límite de sus tarjetas de crédito, usted podría mantener una tarjeta por separado que no dañe el puntaje de crédito de su pareja. Entonces, usted puede tener una línea de crédito independiente para emergencias o gastos conjuntos. Tener cuentas individuales y conjuntas sería particularmente útil para aquellos compradores compulsivos que están en vías de recuperación. También es perfecto para parejas que tienen una gran cantidad de deuda.
Contra: Una persona puede utilizar la tarjeta de crédito para dañar a la otra.
En ocasiones suceden las niñerías, aunque no nos guste admitirlo. Como seres humanos, cuando nos lastiman, a veces arremetemos contra las personas que nos hicieron daño. Las parejas casadas pueden amarse unos a otros, pero eso no significa que siempre se llevan bien. Las peleas suceden, y eso significa la posibilidad de un derroche de gastos por venganza, dejando a la pareja con la factura final. Un derrochador vengativo, en este escenario, con una mala puntuación de crédito, no tendría nada que perder, más que un poco más de retraso en los pagos, pero puede suceder.
Otra solución puede ser la de hacer que su cónyuge sea un usuario autorizado en el caso de situaciones de emergencia. El usuario autorizado puede utilizar su tarjeta mientras permanece inafectado por su calificación de crédito, y es mucho más simple eliminar su nombre de su tarjeta. Este escenario puede ayudar a reducir algunos de los riesgos al mismo tiempo que le permite trabajar juntos.
No importa si decide llevar cuentas separadas o conjuntas, es necesario un objetivo en común y un presupuesto coherente, cuando se ejecuta un hogar armonioso. No hay cabida para el secreto financiero en una asociación de confianza. Es importante la total transparencia, como lo es la promoción de un sentido de justicia y mantener un nivel de independencia para cada uno de ustedes.
Manténgase flexible y recuerde que lo que usted decide ahora, puede no funcionar siempre. Estén dispuestos a probar cosas nuevas y cambiar hasta que funcione bien tanto para usted como para su cónyuge.
Mientras mantenga un constante diálogo abierto, mantenga la confianza, y tenga una voluntad de compromiso, sus problemas maritales por dinero deben mantenerse en un mínimo. Ahora es el momento de empezar JUNTOS un futuro financiero próspero.
14 Preguntas financieras que deben hacerse antes del matrimonio:
1. ¿Cuánta deuda tiene?
2. ¿Cuál es su puntuación de crédito?
3. ¿Qué bienes está trayendo al matrimonio?
4. ¿Cuáles son sus metas financieras en la vida?
5. ¿Qué tipo de estilo de vida espera vivir?
6. ¿Existe algún pasatiempo o intereses que sea costoso?
7. ¿Cómo y qué hace para ahorrar e invertir?
8. ¿Quién pagara por qué y cómo se pagarán las facturas?
9. ¿Quién será responsable de manejar las facturas de casa y los impuestos?
10. ¿Cuántos hijos quiere tener?
11. ¿Uno de los dos deberá quedarse en casa para criar a los hijos?
12. ¿Qué expectativas de educación tiene para sus hijos?
13. ¿Debe cuidar de sus padres o algún otro miembro de la familia?
14. ¿Qué preparativos ha hecho para la jubilación?